Vivimos en un momento en el que la sociedad está especialmente concienciada de la necesidad de proteger el medio ambiente, tanto para que esté en las mejores condiciones como para que nosotros podamos disfrutar de una mayor calidad de vida. La sostenibilidad es así un criterio que todos, individuos y entidades, intentamos llevar a la práctica y así es como se desarrolla lo que sería el reciclaje de cables.
Precisamente aquellos están muy presentes en nuestro día a día pues muchos son los dispositivos que hacen uso de ellos. Así, los utilizamos tanto para conectar el ordenador a la corriente eléctrica como para poder cargar el móvil, entre otras cosas.
Por eso, actualmente existen empresas especializadas en el reciclaje de cables, que suelen ser de cobre o de aluminio recubierto con plástico. En ellas se procede a la recogida, clasificación, corte, triturado y separación de estos materiales que, de esta manera, luego pueden volver a utilizarse.
Esta actuación supone, como todo el proceso de reciclado en general, conseguir una serie de beneficios tales como reducir las emisiones de C02 que se lanzan a la atmósfera, generar menos cantidad de basura, ahorrar en elementos tales como el petróleo, vivir en un entorno mucho más limpia y menos contaminante…
Razones ellas importantísimas de las que nos beneficiaremos todos al proceder al reciclaje de cables que permitirá además darle uso a los materiales “recuperados”:
- En el caso del cobre, una vez que se recicla se puede emplear para llevar a cabo la creación de chips electrónicos, de monedas, de tuberías, de diferentes piezas para los motores o de transformadores, entre otras muchas opciones.
- Por su parte, el aluminio reciclado de los cables se utiliza para confeccionar todo tipo de piezas para el ámbito de la industria eléctrica, médica, de transportes o de la construcción.
