Aunque no sea un dato muy conocido, un 20% del plástico producido en el mundo va destinado al sector de la construcción. Entre sus múltiples ventajas se encuentran su ligereza, su flexibilidad y su fácil proceso.
Su uso en construcción sigue aumentando día a día, aunque de momento su principal uso sigue siendo el envase-embalaje de todo tipo de productos. El plástico es muy útil ya que tiene una vida útil muy prolongada, resiste a la corrosión, permite el aislamiento térmico y acústico, resulta barato de producir y mantener y además es limpio e higiénico.
Un molino de plástico permite a muchas empresas trocear sus residuos de plástico para así facilitar el posterior reciclaje y reutilización. De esta forma los trituradores de plástico se convierten en aliados del medio ambiente al mismo tiempo que ahorran dinero a las compañías que los utilizan para reaprovechar sus materiales desechados.
